LA VERDAD SOBRE LA SITUACIÓN DEL SEGURO SOCIAL Y SUS MITOS

En mis artículos sobre la seguridad social no acostumbro entrar a temas que por su propia naturaleza sean objeto de polémica, pero en ocasiones, me indigna y me preocupa la inmensa ola de desinformación que corre en las redes sociales, en las más de las veces, con un animo mal intencionado, de grupos  que buscan la desestabilización de nuestro país, o llevar agua a su molino, creando temor, o en el mejor de los casos angustia, en este caso entre los derechohabientes, pensionados, o los propios trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social e Issste.

Dichos rumores entre otros son:

QUE EL IMSS E ISSSTE SE VAN A PRIVATIZAR.

QUE EL IMSS DEJARA DE OTORGAR LA ATENCIÓN MEDICA COMPLETA, 

QUE YA NO SE VAN A ATENDER ENFERMEDADES CRONICO DEGENERATIVAS.

QUE LA ATENCION PARA DETERMINADOS PADECIMIENTOS YA SE VA A COBRAR

QUE SE VAN A DISMINUIR LAS PENSIONES

¡TODO ELLO ES FALSO!

Es cierto que las finanzas del seguro social están en su peor crisis,  es cierto que desde el 2012 sus ingresos son menores que sus gastos de operación, que su pasivo laboral  ha crecido 10 por ciento del 2015 al 2016, pasando de 63 mil millones a 70 mil millones de pesos y asciende a casi el 47% del presupuesto de egresos de la federación, 

Es cierto que de ese pasivo, lo que más lo presiona, son las obligaciones y compromisos con sus propios trabajadores, es decir los  que le corresponden al IMSS como patrón, traducidos en  los beneficios que recibe cada pensionado y/o trabajador con derecho a jubilación y derivados de su contrato colectivo de trabajo. 

Es también cierto que desde hace varios años, el Consejo Técnico, máximo órgano del instituto, autorizó el uso de  sus reservas para cubrir el gasto en nómina del régimen de pensiones y jubilaciones, y 

Si no ocurre nada extraordinario, el IMSS deberá utilizar otros fondos de reserva para cumplir sus obligaciones, de tal manera que si el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no está en la quiebra, está muy cerca de ella. 

Si el Imss fuera un paciente, seguramente lo encontraríamos en sala de terapia intensiva, lleno de tubos y sueros para garantizar que siguiera respirando y consumiendo las sustancias vitales que necesita para sobrevivir.

También es cierto, que hoy por hoy en México las enfermedades crónico-degenerativas, que son: cáncer, diabetes, hipertensión y cardiovasculares,  generan el 80 por ciento en gasto en salud del IMSS teniéndose que destinar  tan solo a la atención de  esas cuatro enfermedades que afectan al veinte por ciento de los derechohabientes ochenta mil millones de pesos 

El IMSS  mientras en 1973 tenía tres millones de adultos mayores, ahora tiene doce millones que son los principales usuarios del instituto, con esas cuatro enfermedades.

Es innegable también, la existencia de largas colas de espera para cirugías, desabasto de medicamentos, médicos familiares y especialistas sobrepasados y que atienden más pacientes al día de lo que deberían para dar una atención personalizada y de calidad, pacientes de emergencias colocados en camillas en los pasillos del hospital ya que no hay otro lugar para colocarlos, etcétera.…

Todos estos problemas no son nuevos, los arrastran el Imss y el Issste desde hace muchos años, aun cuando se han ido incrementando, algunos señalan que el fondo del problema es la corrupción que impera en estas instituciones, otros que es debido a la ineptitud en el manejo de los recursos, otros más aseguramos que en realidad es un problema más grande y complejo, al que las autoridades en turno siempre le han dado la vuelta, pero…

NO ES CIERTO que el IMSS y el ISSSTE se vayan a privatizar, por lo menos en el sentido que mucha gente le quiere dar, es decir, 

“Por privatización entendemos un proceso jurídico-económico mediante el cual las actividades empresariales son transferidas del sector público al sector privado, es decir, traspasadas o tomadas ya sea desde el Estado o la comunidad  hacia agentes económicos privados”. 

La privatización de un sector que era competencia exclusiva del Estado permite a otros actores no-gubernamentales intervenir en la financiación y producción de bienes prestación de servicios. Así mismo la privatización introduce cambios en las funciones y responsabilidades públicas y privadas. 

En el ámbito empresarial, se produce cuando el estado vende una empresa pública. Es desde ese momento cuando el Estado deja de ejercer el control directo sobre esa empresa vendida, de forma que no tiene ni gastos de mantenimiento ni beneficios, pues este deber lo suplen los accionistas o dueños de la empresa. El estado sólo controla la actividad y recibe beneficios según lo estipulado a través de los impuestos y el marco jurídico.

Imagínense ahora al Estado tratando de pasar a manos privadas a las dos principales instituciones que en conjunto le dan servicio aproximadamente al 65% de los mexicanos, punto menos que imposible.

Lo que en el seguro social esta sucediendo es que sus excesivos costos, producidos por un sindicato que a través de los años,  logro para sus trabajadores prestaciones extraordinarias, otorgadas sexenalmente sin ton ni son por los gobiernos priistas a partir de Lázaro Cárdenas, hoy  ya son insostenibles,

 

 Y es que, a quien no le gustaría tener un aguinaldo de noventa días, dos periodos vacacionales anuales de diez días cada uno, dieciséis días con goce de sueldo al año, apoyos para renta, despensa y un sinnúmero de prebendas y estímulos, entre los que destacan  los  de Asistencia y Puntualidad, que solo a manera de ejemplo, le cuestan anualmente  al Imss unos trece mil seiscientos sesenta y cinco millones de pesos, equivalentes a tres veces el presupuesto con el que trabaja  la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). ¿Alguien podría sacar a flote a una empresa, con esas prestaciones?

 

Claro esta,  y lo quiero dejar muy claro, que de todo esto, de todas estas fabulosas prestaciones, no tienen la culpa los trabajadores, bien por ellos, son logros sindicales, pero tanto su sindicato como ellos, sensatamente deben entender que este tipo de prestaciones, hoy por hoy,  ya son imposibles de seguirse sosteniendo, no solo porque resultan insultantes al resto de los mexicanos sino porque deben pensar en los derechohabientes a quienes el Instituto se debe, pues sus prestaciones laborales hacen incosteable cualquier servicio prestado por personal institucional.

 

 Baste decir, solo por hablar de un servicio especifico, del servicio de guarderías, que el cuidado de un infante en una guardería subrogada le cuesta al Imss alrededor de $2,200.00 al mes, mientras que en una guardería propia, es decir con personal sindicalizado, atenderlo le cuesta mas del doble, sucediendo lo mismo con los centros vacacionales, funerarias,  y su hoy extinto sistema de tiendas  que tan solo en el 2013 tuvo un déficit operacional de  351 millones de pesos. 

 

Obviamente, todas estas prestaciones hacen que los servicios prestados por trabajadores sindicalizados del IMSS salgan mucho muy caros, de tal manera que lo que esta haciendo la institución para bajar costos es subrogar servicios, es dirigirse hacia  la Tercerización de Servicios.

La tercerización de servicios (conocido como outsourcing por los angloparlantes) no es tampoco obra del demonio, no es más que subcontratar aquellos servicios que te obligan a desviar recursos humanos y financieros para atender tareas ajenas a la misión de la organización, así como aquellas que te permiten complementar tu abanico de servicios (ya sea por falta de capacidad o por especialización) para dar una mejor atención y de mayor calidad a tu cliente.

 

La tercerización NO ES privatización, y sobran empresas, instituciones gubernamentales, comerciantes y profesionistas independientes que subcontratan servicios para demostrarlo.

Como ejemplo de lo primero tenemos que el instituto subcontrata servicios de intendencia, vigilancia y mantenimiento de hospitales, clínicas y oficinas. Estarán de acuerdo conmigo en que reparar un elevador o trapear los pisos, si bien son actividades necesarias, no ayudan a que el doctor atienda mejor a su paciente o a que éste recupere la salud más pronto. Por tanto, si contratas estos servicios más baratos y sólo cuando los necesitas, los recursos que se tienen para capacitar al personal (por ejemplo) se pueden enfocar para mantener actualizados a doctores y enfermeras en vez de a mecánicos de elevadores, y de hecho, en vez de tener que contratar a un mecánico, mejor se contrata a otra química farmacobiologa para las pruebas de laboratorio. 

En el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006  para atender un servicio que no se alcanzaba a brindar más que en un 22% , estableció la oportunidad de que guarderías particulares se inscribieran ante el IMSS como Centros de Desarrollo Infantil de manera que pudieran atender de forma gratuita a los hijos de madres trabajadoras, siendo cubiertos los costos del servicio de atención y educación del menor por el propio instituto, si a esto llaman privatizar el servicio, bueno, pues entonces  esta privatización tiene ya una década.

 

De igual manera tenemos que desde el 2008 el Seguro ha contratado servicios integrales para la atención de intervenciones médicas que no requieren de hospitalización y tampoco se pueden resolver tomando un medicamento. En este caso la  supuesta privatización tiene ocho años.

 

Así que según mi humilde opinión NO estamos ante una privatización del IMSS o del ISSSTE, sino ante la justificada tercerización de algunos de sus servicios.

Sin embargo, cuidado!! La tercerización de servicios no es tampoco la panacea del problema.

No podemos  ocultar que México ocupa uno de los primeros lugares dentro de los países donde impera la corrupción. 

De nada sirve que se busque un uso más eficiente de los recursos del IMSS y del ISSSTE para brindar una mejor atención a sus derechohabientes subcontratando servicios, si éstos servicios se pagan a un precio mas elevado o por encima de la media del mercado, y que de repente resulte que parte de las ganancias, se las lleve el delegado en turno, o un político detrás de la negociación.

Mientras los intereses de directores, delegados y líderes sindicales prevalezcan sobre la misión y el compromiso del Seguro con los derechohabientes, ninguna iniciativa resolverá la crisis que se está viviendo.

Obviamente esta tercerización de servicios no es para nada grata al sindicato, el mismo no esta dispuesto a ceder plazas, ni que se acaben sus privilegios, y de ahí, se explican sus protestas, pues el problema trasciende la seguridad social y alcanza al de las finanzas públicas, al de la política, y a los intereses creados.

 

 

EL CASO DE LAS PENSIONES

El esquema de pensiones ese si fue privatizado a partir del 1° de Julio de 1997, de tal manera que las pensiones llevan privatizadas 19 años.

 

 Por eso es que las AFORES (Administradoras  de Fondos para el Retiro) son instituciones financieras privadas como bancos y aseguradoras a las cuales se entrega para su administración los recursos que el trabajador, el patrón y el gobierno reúnen, buscando construir de forma conjunta un fondo de ahorro el cual sirva para capitalizar la pensión del propio trabajador. 

 

Sin embargo, para que esta privatización fuera posible, era necesario construir primero el fondo para el retiro del trabajador, siendo un hecho que a muchas personas que les faltase poco para retirarse no tendrían oportunidad de construirlo, y es por ello que existe la generación de transición.

Quienes comenzaron a cotizar antes del 1 de julio de 1997 tendrán la opción de pensionarse por la ley 73 la cual no se basa en el saldo de la Afore, pero sí toma los recursos que haya logrado reunir el trabajador para entregarlos al Seguro y así capitalizar su propia pensión.

Por tanto  ¿En qué afectaría  la supuesta  privatización del IMSS y del ISSSTE a las pensiones? la respuesta es tajante: En nada, porque ya están privatizadas.

 

De tal manera apreciable lector, que por todo lo anterior,  cabe puntualizar lo siguiente:

1).- El IMSS NO se privatiza. No hay a la fecha ningún proyecto de ley, ni ningún Decreto Administrativo, ni ningún estudio que las autoridades estén llevando a cabo, que tenga por objeto privatizar al IMSS, o al ISSSTE.

 Dichos Institutos seguirán siendo el eje central de la seguridad social en México y continuarán siendo de carácter público, para atender a todos los asegurados tanto del sector privado, como del oficial.

Lo que si es muy probable, es que cada vez se subroguen, se tercerizen más servicios, como esta sucediendo en el IMSS con los servicios de hemodiálisis y de laboratorios clínicos.

 

2).- El IMSS seguirá proporcionando la atención médica completa que requieran todos los asegurados, bien sea por padecimientos simples o por cuestiones médicas complejas y/o relativas a enfermedades crónico – degenerativas, y los derechohabientes no tendrán que pagar por recibir este tipo de servicios.

Si creo que el IMSS dado los costos de la atención a enfermedades crónicos degenerativos tiene la obligación de reestructurar su atención a estos rubros, pero sin de modo alguno llegar a cobrarlos.

 

3).- Adicionalmente a lo anterior, cabe aclarar que las pensiones del IMSS se seguirán pagando normalmente como viene sucediendo hasta la fecha, por lo que no habrá ninguna disminución de derechos para los pensionados.

 

Es importante no dejarse llevar por especulaciones sensacionalistas sin fundamento alguno,  hay que estar bien informados y tener un criterio propio. 

 

De lo contrario somos como hojas al viento llevadas de un lado para el otro por las redes sociales, los grupos de WhatsApp, los chismes del café y los periódicos amarillistas.