LOS RETOS PARA PENSIONARSE QUE ENFRENTARAN LOS JÓVENES.

En nuestro país, alrededor de treinta millones de personas tienen hoy  entre quince y veintinueve años de edad lo que en porcentajes representa un 24.9% de la población total. 

Estos treinta millones de jóvenes mexicanos indudablemente constituyen una generación que ofrece una gran esperanza y oportunidad de renovación para el país, pero que también deberán de enfrentar grandes retos y desafíos en todos los ámbitos de la vida socio-económica. Uno de ellos es sin duda el reto en materia  de pensiones.

Diversos factores económicos y demográficos nos hacen ver un entorno mucho más complejo en materia de pensiones, y desde luego muy diferente al que enfrentaron sus padres o abuelos, y del cual parecen no darse cuenta.

• Sin lugar a dudas, esta generación vivirá muchos más años que la generación actual  por lo que indudablemente  requerirá ahorrar mucho más, pues la edad a la que se retiran las personas es  factor esencial de la tasa de reemplazo, ya que es una de las variables que determina el número de años que deberá financiar la pensión. 

En las últimas décadas la esperanza de vida se ha incrementado en todo el mundo y México no es la excepción, por lo que las necesidades de ahorro para sufragar la etapa del retiro también han crecido,.

• Esta generación enfrentará un mercado laboral en transición, donde los empleos de larga  duración y estabilidad serán más la excepción que la norma, a la par de un mercado laboral con alta incidencia de informalidad.

• Las bajas tasas de natalidad reducirán los núcleos familiares de manera significativa por lo que el soporte familiar para sobrellevar la vejez será cada vez menor.

• Esta generación se pensionará exclusivamente con lo ahorrado en las AFORE que, como he señalado en reiteradas ocasiones, resulta insuficiente para alcanzar tasas de reemplazo similares a las tasas de reemplazo de las generaciones previas, que si se alcanzaron a retirar con esquemas más generosos (subsidiados) de pensiones de beneficio definido. La expectativa es que alguien que solo se conforme con el ahorro legal, acabara con una pensión equivalente al 26% de su último salario.

• El panorama de los rendimientos de las próximas décadas luce mucho más complejo que el de los pasados veinte años. Se advierte un escenario de rendimientos mucho menores durante las próximas décadas, por lo que una persona de 30 años tendrá que trabajar más o ahorrar el doble para obtener el mismo monto de pensión que una persona de la presente generación.

• La generación actual de jóvenes, por diversas razones, se está incorporando más tarde al mercado laboral lo que limita su densidad de cotización, es decir los años de acumulación y los beneficios que ofrece capitalización del ahorro.

Lo preocupante es que estos desafíos son  en general desconocidos por esta generación. De acuerdo con el Estudio “Cultura financiera de los jóvenes en México” realizado por Banamex-UNAM en el 2014, la mayoría de los jóvenes todavía no percibe el retiro como una preocupación, aun cuando aspiran a tener acceso a alguna “pensión del gobierno” o de la “AFORE”.

 Asimismo, el 61% de los jóvenes llamados millennials declara no haber pensado NUNCA en ahorrar para la vejez durante su vida productiva.

Pareciera que el “único propulsor económico” de  los hoy jóvenes se concentra en satisfacer las necesidades del aquí y ahora. 

Prever el futuro no esta en las prioridades de los jóvenes ya que lo consideran lejano e incierto y existen otras muchas prioridades que consumen su ingreso.

Adicionalmente, los jóvenes relacionan el tema del retiro con sentimientos de incomodidad, incertidumbre e incluso rechazo y provocan que la acción de ahorrar generalmente se posponga.

En resumen, la combinación de un  desconocimiento de los retos que enfrentan, junto con barreras conductuales que los tornan “insensibles” al tema de las pensiones, convierte a los jóvenes en uno de los grupos más vulnerables en materia de pensiones. 

Ojala y que la información que fluye de las redes sociales, ayude a que les caiga el veinte, después será demasiado tarde.